Junio de 2016, más de un año de experiencia, y creemos que es importante compartir. Esto es a buen seguro una manera de crecer juntos.
Y como si de una película se tratara, rebobinemos y repasemos el punto de origen de esta experiencia.
Juego de Barro
Una necesidad personal y de familia para jugar con el barro, un documental sobre la construcción de una casa de adobe en África, y nos pusimos a pensar en las condiciones que se necesitaban para que este juego se pudiera dar en Kurukan.
Creando las condiciones
Nuestra primera función como asistente en este juego comienza con la observación de todo lo que ocurrió en 3 sesiones que de forma más improvisada se dieron jugando con barro. Primero observamos que juegos se daban entre los que participaban: amasaban , mezclaban, modelaban, construian, se bañaban … Para ello podían utilizar todas las partes del cuerpo, y cómo no, cada uno tenía un método personal para realizar cada juego. Y un ritmo diferente.
Nuestra segunda función: preparar el espacio
– zonas para amasar o preparar las masas de diferentes maneras. (zonas secas para machacar la tierra, hoyos para mezclar con agua, baldes para realizar la propia mezcla, lonas mezcladoras para utilizar con los pies…).
– Zonas para construir en comunidad.
– Zonas para construir individualmente.
– Zonas para darse un baño de barro, zonas para disfrutar.
– Traemos todos los materiales necesarios y les damos un lugar: carretillas, palas, azadas, moldes, mesas de trabajo, lugar de secado, cribas o cernidores, cubos, cañas, lonas mezcladoras … Otros se irán incorporando según se van necesitando; como un molde redondo que nos pidieron, o algo para pegar (barbotina).
– Creamos espacios donde encontrarnos grandes y pequeños.
La receta está preparada, pero cada uno tiene que buscar su mezcla perfecta, su técnica, su ritmo. No podemos robar ningún momento único de exploración y de creación.
Y sentir lo que cada uno necesita cada día hacer.
Y continuamos con nuestra asistencia haciendo sentir bien a cada una de las personas que recibimos. Ayudando a quitarse el barro cada vez que lo necesiten…
Proporcionando bebida, sombra… Y estando atentos a las necesidades para que el juego crezca.
Y ¿que es lo que ha ocurrido durante este tiempo?
Partimos que el objetivo de estos espacios es crear un ambiente y unas condiciones para que se de el aprendizaje, para que se de la expresión y para que se de la creación.
A este respecto entusiasma comprobar y vivenciar , cómo al trasladar las condiciones a otro ámbito, a otro juego diferente (aunque similar al espacio de arcilla), y con una experimentación propia (ya que esta propuesta ha nacido aquí por primera vez) se llega de forma natural a las mismas condiciones que proclamó Arno Stern, gracias a su propia investigación, en los espacios de pintura.
La realidad temporal de esta experiencia, por darse en un periodo vacacional, realmente ha sido complicada en algunas cuestiones, que impedían ajustar las condiciones de manera adecuada. Pero también ha permitido algunos otros aspectos interesantes.
Dificultades de continuidad en la asistencia, impedía aspectos tan importantes como poder darle a cada uno la oportunidad de elaborar un proceso (aún así 2 meses son escasos). O poder pertenecer a un grupo, poder hacer suyo el espacio y los elementos, para que sienta la seguridad y la tranquilidad suficiente para poder realizar su propio proceso de expresión y creación.
Ha sido bonito volver a comprobar la importancia de la heterogeneidad en el grupo, aunque haya sido en pocas ocasiones (creo que hay acciones que conectan en este juego más facilmente a cualquier edad), y muy emocionante ver como la necesidad de expresión propia ha aparecido de manera rotunda (los espacios personales de creación han imperado sobre los comunitarios), lo que no impide la sociabilización.
Sin embargo, a pesar de las diferentes propuestas creadas en un mismo espacio ( creación individual, construcción de una casa comunitaria, baños de barro, mezclas…), lo que a nuestro entender pudiera generar confusión y distración, nos ha parecido que esta riqueza y la explosión de tantas y diferentes sensaciones ha permitido a más personas poder acercarse a otra manera de JUGAR. Y que muchas de estas sensaciones, quizás por lo genuinas que son (estado natural puro) ayudan a conectar mucho más con nosotros mismos.
Realmente se puede considerar este espacio un puente hacia el espacio de arcilla que atesoramos en Pedreguer, bajo los parámetros de Educación Creadora, y donde sí se dan las condiciones para poder llevar a cabo el proceso de expresión y creación mas genuino.
Realmente un placer poder acompañar y experimentar estos procesos.
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