Cuando de pequeño veía a mi padre con su navajilla y su escofina (como él gustaba de llamarla, palabra por otra parte que a mi me resultaba completamente desconocida), no imaginaba que andado el tiempo (mucho tiempo), los derroteros del azar iban a inclinar la balanza hacia esta forma de proveernos.
Presumo que en algún lugar del subconsciente estos ratos (que fueron muchos) han ido adquiriendo forma, y han ido amalgamando la mixtura que ahora, de una forma ya efectiva y rotunda, aflora y se plasma en lo que es la carpintería de Kurukan. Carpintería. Un espacio pequeño (seguro a él le hubiera bastado y sobrado), pero que retiene el encanto de talleres que cada vez veo menos, y donde el trabajo a mano se revela como algo primordial y consustancial a mi forma de ver y sentir.
‘de lo intangible’ (con minúscula) expresa mi mirada, mi concepción con respecto a la carpintería. Mi credo.
Lo leo, lo reeleo, lo miro, lo observo, lo siento…. y me emociono…. Un sueño que se ha convertido en realidad… un poeta… una poesía que espero saborear mucho tiempo.
Gracias Fuster por transmitir tanto.
Gracias a esta página puedo leer, ver y sentir que la afición del abuelo se prolonga, fortuitamente, en su hijo. El , y todos, está orgulloso y feliz cuando le decimos que su hijo es FUSTER de la vieja escuela. Por eso quiero desearos lo mejor para este vuestro sueño-proyecto de KURUKAN.